“..Los humanos ven con los ojos del cuerpo, los ojos de la mente y los ojos del alma”.
Ken Wilber
Hoy “los ojos del alma” se necesitan más que nunca. Esta mirada interna, este re-encuentro con tu divinidad. Una dimensión trascendental que está cayendo en el olvido. Se necesita de este despliegue de nuestra sabiduría profunda, de nuestra inteligencia transpersonal. Una inteligencia en la que vive una sed de sentido, una riqueza de recursos internos capaces de guiarnos para resolver la complejidad de la dimensión terrenal, densa y materialista en la que nuestra sociedad se está viendo abocada.
¿Dónde están los límites al tener y al poder? En un planeta abundante, lleno de riquezas y bendiciones, donde un mundo sostenible para cubrir nuestras necesidades personales es posible, recuperemos la cordura, la moderación, la mesura y, por un momento la introspección y la reflexión.
Se requiere la voluntad de profundizar un poquito más en nosotros mismos para alcanzar esa comprensión que llega, no desde la mente pequeña y racional, sino de un espacio silencioso e inalterable, auténtico, libre, un espacio de inmensa apertura, benevolencia y amor.
Integremos conciencia para construir un camino de paz, armonía y sencillez en nuestras vidas. Integremos conciencia para darnos cuenta que ya somos Todo. Recuperemos el sentido de lo real, de lo esencial, de lo realmente valioso. Recordando que nacimos para manifestar la Gloria que somos. Y salgamos de una vez de la separación en la que vivimos, de la competitividad y de la posesión excesiva y desmesurada.
Es difícil permanecer impasibles ante el dolor y la injusticia. Pero también es difícil discernir el punto en el que nuestras críticas y juicios, nuestro censurar y reprobar interminable pueden, en nuestra inconciencia colectiva, añadir más sufrimiento al dolor, fomentar el odio o favorecer los conflictos. Hagamos un pequeño esfuerzo por cambiar el foco de la condena hacia la Paz, la paz que habita en cada uno de nosotros. Llevemos Luz a la oscuridad. Hoy más que nunca deja que tu Luz brille, y al dejar que brille ayudemos a los demás a que hagan lo mismo.
Elijo la vida, la esperanza, la alegría de descubrir al otro, de dar, de compartir.
“La verdadera medida de un ser humano no la encontramos en esos momentos en los que se siente seguro y cómodo, sino en los momentos de mayor desafio”
M.Lutter King