La Respiración
La respiración el recurso interno más poderoso. La puerta de acceso hacia nuestro interior.
La respiración no es un simple acto para satisfacer la necesidad de oxígeno de nuestro cuerpo. Es mucho más. La respiración tiene un impacto brutal no sólo sobre nuestra salud física y nuestro cuerpo, sino también sobre nuestra salud mental y emocional.
Recordemos el primer acto que hacemos al nacer, respiramos…
Probemos a dejar de buscar soluciones a través de acciones complejas y retomemos la sencillez que habita en nuestro simple acto de respirar. Probemos a instalarnos conscientemente en nuestra respiración ante la llegada de cualquier momento de adversidad. Respirar despacio, suave y profundamente, aligera nuestra mente y suaviza nuestro pensamiento. Observa tus sensaciones, observa el espacio que generas, las posibilidades de respuesta que ofreces a todo tu organismo. La tensión y la angustia se desvanecen ante la presencia, ante una respiración calmada y consciente.
La respiración es la única función visceral que es totalmente autónoma con respecto a la mente consciente (como la digestión o los latidos del corazón) la respiración continua incluso aunque no pensemos en ella y sin embargo, fácilmente controlable mediante la voluntad.
De entre todas nuestras funciones corporales vitales, la respiración es la única que aparte de estar bajo el control del sistema nervioso autónomo, resulta paralelamente regulada por el sistema nervioso central, es decir que funciona como un mecanismo de enlace entre la actividad nerviosa involuntaria y la función nerviosa controlable concientemente. Y se convierte en un fuerte reductor de estrés.
Utiliza tu respiración como un potente anclaje para volver la atención al interior y conectar en el presente contigo mismo. Con cada inhalación siente la vida que absorbes y con cada exhalación suelta todo aquello que interrumpe este flujo vital. Cuando permanecemos con nuestra respiración es como si ésta contuviese, encerrada en ella, una fuerza a la que pudiésemos llegar solo con seguirla como si fuese un sendero hacia la Gran Sabiduría.
Una y otra vez… ….. Nada más que hacer, no necesitas pensar en ella, tampoco cambiar sus cualidades, su ritmo o su profundidad, simplemente descansa, acompaña, siente… permanece PRESENTE.
Precisamente en esta sencilla acción reside totalmente ignorada una fuente de poder para transformar nuestras vidas. Es la pura sencillez de la práctica de la atención plena en la respiración.