Transformarnos interiormente es la más apasionante de las aventuras.
Basándonos en nuestra perspectiva de integración mente-cuerpo-espíritu como único camino hacia el bienestar absoluto, nuestra aportación de hoy va dirigida hacia la importancia de uno de los pilares que sustentan este objetivo.
Así como nos entrenamos físicamente para mantener nuestro cuerpo en buen estado, no menos importante y de la misma manera hemos de entrenar nuestra mente. Y este es el verdadero sentido de la Meditación.
Me pregunto, una y otra vez, como una técnica tan sanadora aun no es reconocida en la medida que se merece por la población. Siendo conscientes de las estadísticas tan abrumadoras sobre el aumento del estrés, causa principal e inherente en la mayoría de las enfermedades. Sin obviar cómo va alcanzando también a nuestros jóvenes.
Necesitamos que nuestros gobiernos sean conscientes de la urgencia de llevar a cabo políticas de prevención en este sentido fomentando la incorporación de estas técnicas cuanto antes en centros escolares así como en centros de salud públicos.
Nuevas herramienta, aunque sean ancestrales, que requieren de unos elementos que escasean en nuestro estilo de vida actual, hablo de cualidades como son la paciencia, la voluntad, la constancia, la bondad amorosa… ., pero, ¿no es la falta de los mismos los que nos están llevando hacia esos temidos estados de ansiedad, de estrés, depresión, desaliento, desánimo y perdida de interés incluso por la vida? ¿ Quiere esto decir que estamos como la pescadilla que se muerde la cola?.
Hoy en día son ya numerosos los estudios e investigaciones que avalan y demuestran los enormes beneficios tanto a nivel preventivo como en la enfermedad y en el desarrollo de capacidades tan necesarias como son la atención, el manejo eficaz de nuestras emociones, el altruismo y la paz interior.
¿Por qué no menos medicación y más formación?
Maribel Troyano